Secretario general de la UCN y profesor de la Escuela de Derecho de Antofagasta, Fernando Orellana, dialogó con Diego Palomo, académico de la Universidad de Talca.
Con éxito se desarrolló la cuarta sesión del ciclo de entrevistas “Llegó la hora de conversar sobre la reforma procesal civil”, organizado por la Facultad de Ciencias Jurídicas de la UCN, el cual aborda la importancia del mencionado proyecto de ley para Chile. La actividad cuenta con el patrocinio del Instituto Chileno de Derecho Procesal (ICHDP) y la editorial jurídica Librotecnia.
En la instancia, el secretario general de la UCN y profesor de la Escuela de Derecho de Antofagasta, Fernando Orellana, dialogó con Diego Palomo, académico de la Universidad de Talca. La actividad se llevó a cabo en el marco del proyecto Fondecyt Regular 1200069.
En el inicio de su intervención, el académico de la UCN consultó al profesor invitado respecto a su opinión sobre la reactivación de la reforma procesal civil en Chile, quien aseguró que “la respuesta políticamente correcta dice relación con un compromiso del gobierno con mejorar y poner al día a la justicia civil”. Por otro lado, añadió, la respuesta políticamente incorrecta “dice relación con un oportunismo y conciencia clara de que en su gobierno, que está absolutamente en decadencia, no van a lograr terminar la misión que tuvieron postergada por años”.
Respecto a la opinión sobre la vinculación con la labor de la Convención Constitución, el profesor explicó que cree que no hay una oposición de antemano entre varias fórmulas o caminos, detallando que el órgano constituyente va por una ruta, y la tramitación de la reactivación de la reforma procesal civil va por otro, sin perjuicio de lo cual la posibilidad de conversar y de definir las nuevas coordenadas de esta nueva constitución -añadió-, permite una serie de medidas que dicen relación, por ejemplo, con el refuerzo más explícito del acceso a la justicia de verdad.
En esta línea, subrayó que la Convención Constituyente es una oportunidad también para tomarse en serio la defensa de las personas menos privilegiada, “por ejemplo, en materia civil, que se puedan plantear oficinas de defensa civil”. También explicó que lo ve como una oportunidad y como una conjugación de factores que puede servir de sinergia bastante valiosa, la posibilidad del reforzamiento y la explicitación del contenido del debido proceso, “que muchas veces ha permitido distintas interpretaciones, y sería, a mi juicio, mucho más factible por el factor humano que tenemos en Chile -abogados y jueces- tener un listado más explícito mucho más claro que no permitiera lugar a dudas”.
Finalmente, destacó que una reforma no puede ser una posibilidad, excusa o alternativa para experimentar con seres humanos vivos, explicando que una reforma legal de esta magnitud no puede permitirse errores, “porque no podemos caer de nuevo en la lógica de la reforma de la reforma a los pocos años, porque eso es falta de seriedad y de aprendizaje, y además con la agravante de que llegamos a la fórmula de la oralidad y de la inmediación y la concentración en materia civil con más de 100 años de retraso, pudiendo haber aprendido de todos los errores acaecidos y por acaecer en todos los países del mundo”.
El registro completo de la jornada se puede revisar acá: https://bit.ly/3lxKcpQ