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Gracias a un proyecto efectuado en colaboración con la CONADI, la agrupación podrá comercializar sus productos directamente y de modo virtual.

En una iniciativa pionera a nivel nacional, 14 microempresarios y empresarios indígenas de la región de Coquimbo se presentaron formalmente a la comunidad como la cooperativa Intinewén, entidad que los agrupa desde enero de este año y que ahora les permitirá difundir y comercializar directamente y en forma virtual sus productos y servicios, que abarcan medicina tradicional mapuche, gastronomía de pueblos originarios, textiles y artesanía realizada con técnicas ancestrales. El lugar elegido para darse a conocer fue el Mall Puerta del Mar de La Serena, centro comercial donde está ubicado el nuevo local de venta en el que podrán ser adquiridos los productos de la cooperativa, los que también están disponible a través del sitio web www.intinewen.cl. De esta manera culminó un año de trabajo colaborativo con la Escuela de Ciencias Empresariales de Universidad Católica del Norte, en el marco de un convenio entre esa institución y la Corporación de Desarrollo Indígena, CONADI. Consolidar lo logrado es ahora el nuevo desafío que ha asumido la cooperativa, contando nuevamente con el apoyo de la UCN y CONADI, y también de la Fundación Emprépolis. El poder del sol Las raíces y el espíritu de colaboración de esta naciente red se reflejan en el nombre con que sus integrantes la bautizaron: Intinewén, palabra compuesta por dos lenguas, Inti (sol en quechua) y Newén (poder en mapudungún), que en conjunto significa el poder del sol. La naturaleza indígena de la cooperativa otorga también un carácter especial a la iniciativa, ya que sus impulsores no solo venden un producto sino que además traspasan cultura, destacó Osvaldo Antilef Fucha, encargado de la oficina de CONADI de la macro región RM, cuarta, quinta y sexta. Su opinión fue compartida por Walter Rivera Millas, artesano alfarero de ascendencia diaguita y presidente de la agrupación, quien valora el rescate de las técnicas usadas por los antepasados. El éxito de este inédito proyecto motivó la decisión de CONADI de replicar este modelo en la región de O´Higgins, en convenio con una universidad estatal. En este contexto, Antilef valoró que los emprendedores se hayan organizado como una cooperativa, modalidad que, dijo, “se asemeja de mejor manera a la forma como desarrollábamos nuestra cultura en tiempos pretéritos”. El cooperativismo, agregó, “estuvo dormido un tiempo y hoy año 2016 le estamos dando el impulso para que los pueblos originarios puedan emprender a través de esta figura”. Emprendedoras indígenas Caracterizar a los emprendedores, microempresarios y empresarios indígenas de la región de Coquimbo fue la primera meta que se propuso el equipo a cargo del proyecto, relató Karen Vargas, académica de la UCN y coordinadora técnica de la iniciativa. Este acercamiento a los posibles beneficiarios significó cerca de 42 entrevistas en terreno, 45% de ellas en La Serena, 22% en Coquimbo y 19% en Vicuña. La población entrevistada resultó ser mayoritariamente femenina y jefe de hogar (76%), con una edad promedio de 49 años. Casi la mitad (45%) declaró estudios medios completos, y 29% estudios superiores completos. Asimismo, el 81% indicó que su principal fuente de ingresos es su actividad como empresario, dato que coincide con que también la mayoría afirma ser independiente. Los pueblos mapuche y diaguita concentran la mayor cantidad de representantes, con un 44% y 42%, respectivamente, con una actividad económica de gran pertinencia y/o tradición cultural indígena (88%), aprendida principalmente a través de conocimientos transmitidos por la familia. La segunda tarea del proyecto, prosiguió Karen Vargas, consistió en crear esta cooperativa, que finalmente quedó conformada por 14 personas, 12 de ellas mujeres, elegidas por reunir los requisitos necesarios para formar parte de esta iniciativa. El tercer logro del proyecto, continuó, fue generar una plataforma virtual para la difusión y comercialización de los productos de esta cooperativa. En este sentido, la académica subrayó que, si bien la red de emprendedores fue presentada este mes, la organización aporta a través de sus integrantes más de 20 años de experiencia en el rubro. En la siguiente etapa, el equipo de profesionales de la UCN – principalmente ingenieros comerciales liderados por el académico Pablo Pinto- continuará apoyando a estos emprendedores, ahora en la gestión de sus negocios. A este respaldo se sumará el de la Fundación Emprépolis (ex Del Río Arteaga), específicamente a través de su proyecto cowork, espacio físico y social abierto a emprendedores, situado justo al frente del local de Intinewén, destinado a potenciar la colaboración y la generación de redes. En este caso puntual, precisó Constanza González La Paz, ingeniero comercial UCN y coordinadora de cowork, la idea es ayudar a los emprendedores indígenas a elaborar un plan de desarrollo de la cooperativa que apunte a potenciarlos de manera conjunta y también individual de cada cooperado. Foto 1: Sonia Vargas Ñanco, originaria de Valdivia, ofrece un original servicio de cóctel indígena, con elementos traídos del sur de Chile. Foto 2: Osvaldo Antilef Fucha, encargado de la oficina de CONADI de la macro región RM, cuarta, quinta y sexta. Foto 3: Karen Vargas Santander, coordinadora técnica del proyecto. Foto 4: Los integrantes de la cooperativa Intinewén junto a los responsables del proyecto. Foto 5: Walter Rivera Millas, presidente de la cooperativa, recibe las llaves del flamante local.

Periodista: Cecilia Becker cbecker@ucn.cl

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