- DOCUMENTO CONCLUSIVO -

CABILDO UNIVERSITARIO ESCUELA DE DERECHO UCN, SEDE ANTOFAGASTA

 

 

El miércoles 27 de noviembre de 2019, la comunidad de la Escuela de Derecho de la Universidad Católica del Norte (sede Antofagasta), integrada por estudiantes, egresados/as, profesores/as y funcionarias administrativas, se reunió con la finalidad de elaborar documento institucional y proponer una respuesta pacífica y democrática ante la situación que vive el país. Con ese propósito, el trabajo de discusión se estructuró sobre la base de tres ejes: 1) diagnóstico; 2) propuestas; 3) papel de la Escuela de Derecho. Las conclusiones a las que este ejercicio arribó pueden sintetizarse del siguiente modo:

 

  1. El descontento ciudadano se explica, primeramente, por la percepción de los agudos niveles de desigualdad material y cultural. Nuestra legislación ha entregado al mercado la cobertura de aspectos tan relevantes como la educación, salud y seguridad social, con resultados deficientes y que han dado lugar a un desamparo que es incompatible con el adecuado funcionamiento de la democracia. Junto a ello es posible reconocer un notable déficit de representatividad política. Las causas de este problema son múltiples, entre las que destacan el sistema electoral que nos rigió hasta hace poco, casos de corrupción política e institucional (cohecho, malversación de caudales públicos y fraude al fisco), desconexión de las autoridades públicas con los problemas de la ciudadanía (transporte, salud, pensiones y educación) y la desafección ciudadana por la cuestión pública. Es imperativo que nosotros como ciudadanos hagamos una autocrítica en torno a las causas de dicha desafección. Ese ejercicio puede comenzar a través de la valoración de instancias de diálogo que permitan la creación de comunidad. Estamos convencidos de que para entender los problemas que nos aquejan, y encontrar una solución, se debe priorizar un espacio común de tolerancia, empatía y respeto incondicionado. 

 

  1. Con la finalidad de salir de esta crisis de forma pacífica y democrática, la comunidad de la Escuela de Derecho concuerda en la necesidad de reformas legales a corto, mediano y largo plazo. Entre las primeras estimamos apremiante la adopción de leyes con fuerte contenido simbólico, que comprendan, por ejemplo, la disminución de la dieta parlamentaria y limitaciones a la reelección a cargos de elección popular. Dentro de las reformas estructurales de mayor aliento es indispensable para el fortalecimiento del bien común y para mitigar las desigualdades, un giro en las siguientes materias:

 

  • Seguridad social (incremento de las pensiones);
  • Salud (acceso oportuno, eficiente y digno);
  • Educación (gratuita, inclusiva y de calidad; necesidad de reimplementar la educación cívica).
  • Vivienda de calidad (barrios no segregados);
  • Recursos naturales (garantizar el acceso al agua; protección de glaciares; necesidad de implementar legalmente formas de desarrollo sustentable y energías renovables);
  • Estado plurinacional (reconocimiento constitucional de los pueblos originarios);
  • Proscripción de discriminaciones de género (violencia de género; igualdad salarial; eliminación de “preexistencias”).
  • Dignificación del trabajo (incremento salarial; reducción de la jornada laboral; mayores impuestos a los sectores de mayores ingresos).
  • Descentralización y autonomía política de las regiones.

 

La condición política y jurídica para reformas orientadas en este sentido es contar con una nueva Constitución política gestada a través de una Asamblea constituyente que garantice la participación de sectores históricamente discriminados (mujeres, pueblos originarios, niños, niñas y adolescentes, diversidad sexual, personas con discapacidad física, migrantes, entre otros).

La Escuela de Derecho se compromete con el momento histórico que vive Chile. Con el propósito de asumir con mayor fuerza su tarea universitaria, promoverá instancias permanentes de discusión interna y comunitaria. Su cuerpo docente ofrece su formación jurídica para la concreción de propuestas que contribuyan a las reformas precedentemente indicadas; por su parte, el estamento estudiantil manifiesta su disposición de poner al servicio de la comunidad las herramientas intelectuales con que cuenta, de modo de materializar los ineludibles cambios políticos, sociales y culturales que nuestro país necesita.