La certificación refleja que la Facultad de Ciencias Jurídicas desarrolla procesos de calidad, con un alto nivel de exigencia, destaca la Decana Dra. Carolina Salas.
Tras un arduo trabajo iniciado en 2013 y que involucró a la comunidad académica de Antofagasta y Coquimbo, la carrera de Derecho de la UCN fue acreditada esta semana por 6 años. De esta manera, se transforma en la sexta carrera de Derecho a nivel nacional, y la única de la zona norte, en lograr este periodo de acreditación.
Feliz, la decana de la Facultad de Ciencias Jurídicas, Dra. Carolina Salas (en la foto junto a la asesora pedagógica Erika Sandoval, el jefe de carrera Israel González, y Margot Aguilera, encargada de comunicaciones), reconoce que no esperaban recibir la resolución de los 6 años inmediatamente. “Añorábamos este resultado, lo deseábamos con toda nuestra energía, pensábamos que teníamos muchas opciones, pero que probablemente iba a ser el resultado de una apelación”, comenta desde el Campus Guayacán.
Aun así, las esperanzas estaban bien fundadas, admite, aludiendo a la política asumida en estos tres años por el Consejo de Facultad, abocándose al trabajo de rediseño curricular- que constituía uno de los compromisos de la acreditacion anterior – y conectar este esfuerzo con el proceso de autoevaluación llevado a cabo entre el 2015 y 2016. Fue un trabajo largo, arduo, de mucho tiempo y de permanente dedicación, pero que permitió levantar una serie de informaciones y contar con respaldo y evidencia desde el 2013 hasta este año, en que vinieron los pares evaluadores.
Clave fue, asimismo, la participación de la comunidad académica, a través de 9 subcomisiones que también incluyeron profesores hora y estudiantes, cada una a cargo de los distintos criterios de autoevaluación, en un trabajo liderado por la Decana Carolina Salas, la asesora pedagógica Erika Sandoval y el jefe de carrera de la Escuela de Coquimbo, Israel González.
A lo largo de estos tres años, los diversos esfuerzos apuntaron a un gran objetivo: la certificación de los procesos docentes, subraya la Dra. Salas, señalando que ello “significa que la labor que llevamos a cabo al interior de la Facultad son procesos de calidad y cuentan con un nivel de exigencia alto. Nuestro abogado es un abogado confiable, y que su trabajo va a ser un buen trabajo”, afirma, agregando que este proceso permitió la certificación de estos procesos en el pregrado, y, paralelamente, lograr un posicionamiento en el ámbito de la formación continua – Magíster y diplomados – dirigida principalmente a los egresados UCN.
En el trabajo de rediseño curricular, comenta, fue muy importante contar con las opiniones de los egresados, ya que permitió detectar vacíos que dieron lugar este año a las clinicas juridicas, “que fue una de los aspectos destacados de la acreditacion”, señala con orgullo. Intuitivamente, dice, “como comunidad académica sabiamos por dónde iban a ir los cambios, pero necesitábamos avalarlos con la opinión de las encuestas realizadas por los actores claves en este tipo de procesos: estudiantes, egresados, empleadores y docentes”, de allí el valor de haber escuchado todas las opiniones “que coincidían con lo que ya sabiamos del rediseño. Eso avala la toma de decisiones que adoptó el Consejo de Facultad”, asegura.
Fortalezas
Para la Decana de Ciencias Jurídicas, la positiva evaluación de la totalidad del rediseño curricular por parte de los pares evaluadores responde a que integra de manera equilibrada la teoría con el desarrollo de habilidades prácticas, además de la formación institucional. “La preocupación principal de la comisión de rediseño curricular era que el proyecto educativo institucional bajara al aula”, señala, precisando que en esa línea se insertan las innovaciones de la nueva malla: las clínicas jurídicas, los módulos de integración, los electivos interdisciplinarios, los minor que se enfocan a la especialización. Todo ello fue bien evaluado, e incluso celebrado por los pares evaluadores, en especial la incorporación de las clinicas juridicas, que van más allá de ser un espacio donde el estudiante puede realizar su práctica, sino que reflejan la opcion politica que tuvo la Facultad de hacerlo con metodología A+S (Aprendizaje más Servicio). “Para nosotros no es un consultorio jurídico más. Es un espacio que nos permite un contacto directo con la comunidad”, asevera, destacando la amplia cantidad de usuarios alcanzados solo en un año. Resalta asimismo que, tanto en Coquimbo como en Antofagasta, las clínicas jurídicas trabajaron coordinadamente como un solo equipo, aplicando la misma metodología. Adicionalmente, las clínicas jurídicas van de la mano con que el aprendizaje centrado en el estudiante que promueve la UCN, “ellos salen, detectan la necesidad, ven qué y cómo lo pueden hacer y van diseñando distintas estrategias de solución”, comenta Carolina Salas.
Nuevas responsabilidades y desafíos
Junto al logro de los 6 años de acreditación vienen los nuevos desafíos asociados a esta buena noticia, adelanta la Decana de Ciencias Jurídicas. “Una cosa es llegar y la otra es mantenerse”, reconoce. “Los procesos que declaramos son procesos que están certificados ahora como de calidad, entonces hay que profundizarlos”, agrega, refiriéndose al desafío de hacer seguimiento y aseguramiento de la calidad, tarea que será apoyada por un comité curricular integrado por estudiantes y académicos, y por una oficina de educación jurídica que será reforzada. “Queremos tener a cargo de la docencia un grupo de elite, eso es a lo que aspira la certificación”.
Para 2018, la Dra. Salas se ha fijado dos metas de gestión: una biblioteca juridica virtual, abierta a alumnos de pre y postgrado, egresados, académicos y todos quienes integran la comunidad virtual DerechoUCN; y su segunda meta es dejar listo el proyecto de doctorado en Derecho. “Ya somos una comunidad de 17 doctores, la idea es seguir creciendo”, expresa, precisando que el énfasis del Doctorado estará en temas relevantes para la macrozona norte – pueblos originarios, recursos hídricos, energia, medioambiente, minería, derecho laboral colectivo – de modo de reforzar los anhelos de investigación de la Facultad y, al mismo tiempo, ir en línea con el Plan de Desarrollo Corporativo de la universidad.
Respecto del Doctorado es enfática en afirmar que el programa debe partir internacionalizado, vale decir que apunte más allá de la legislación nacional, “con estudiantes de países de la macrozona: del norte de Argentina, Bolivia, sur de Perú, que las lineas de investigación aporten al ordenamiento juridico interno y tambien internacional”. Clave en la materialización de este desafío, que además abarcará al actual Magíster en Derecho, serán los convenios y lazos de colaboración ya existentes con universidades de América Latina y Europa.
Otra ventaja en esta misma línea son los avances logrados por Ciencias Jurídicas en el ámbito de las TICs, reflejados por ejemplo en la existencia de un aula virtual en pregrado y el estudio de contar en un futuro próximo con un b-learning en el Magister, y que han significado superar en gran medida las dificultades generadas por los casi 900 kilómetros de distancia entre las dos Escuelas de Derecho que conforman la Facultad. La comunidad virtual de DerechoUCN, iniciada en 2016, representó un importante avance en este sentido, “las TICs son para nosotros herramientas de desarrrollo imprescindibles”, subraya la académica.
Un trabajo bueno y serio
Estos 6 años de acreditación, reflexiona Carolina Salas, constituyen un hito dentro del desarrollo de las Escuelas de Derecho, que en 2018 cumplen 25 años. “Esto avala el trabajo que se hace es bueno y serio. Creo que nuestros estudiantes y egresados, los que van a venir el próximo año, deben sentirse orgullosos de eso, estamos marcando presencia a nivel nacional desde la región, y ese es un trabajo tremendamente grande”, enfatiza. Y valora asimismo el sello valórico que caracteriza a los alumnos de DerechoUCN, y que tiene que ver con el respeto a la dignidad de la persona y con la responsabilidad social del abogado. “Queremos transformar la realidad nacional para hacerla mejor: esa es la filosofia detrás de la malla curricular”, en línea con una mirada transversal que abarca una preocupación por las personas, los animales, el desarrollo de la empresa, y una conciencia de sociedad sustentable e inclusiva.
“¡Esta certificación de 6 años nos dice que vamos por el camino correcto!”, concluye la Decana, agregando que “ojalá sepamos administrar bien este éxito, porque los desafios que se vienen van a ser desafios de 6 años también”.